Cuando uno de repente se enamora,
olvida del pasado sus traspiés
y siente que retornan a la boca 
las efusivas risas del ayer. 
.
Empiezan a surgir en nuestro pecho
auténticos retoños de alegría, 
declinan las arrugas en el cejo
y ensueños primorosos cobran vida. 
 .
Regresan las palabras fulgurantes,  
hacemos del amor un compañero,
buscamos arreboles en las tardes
y estrellas escondidas en el cielo… 
.
Cuando uno de repente se enamora
recuerda las canciones olvidadas,
se piensa con la amada a todas horas
y adquiere un nuevo brillo la mirada.
.
Se cruzan, de su mano, los peñascos,
las playas virginales, los paisajes;
y viendo el universo a nuestro lado
se augura bienestar hacia adelante…
.
Cuando uno de repente se enamora
las dudas se eliminan de repente;
y llega una codicia casi loca:
la urgencia de tenerla en frente siempre. 
.
Se siente nuestra boca atiborrada
de cientos de palomas mensajeras,
la sangre torrencial entre las venas;
y adentro… bien al fondo de la entraña…
un íntimo volcán que se despierta. 
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario