martes, 27 de septiembre de 2011

ME GUSTA

Me gusta el hombre coherente, sin equívocos racional,
perseverante en sus creencias, así le pululen presiones,
convencido de sus ideas, abogado de sus preceptos,
pero abierto a las diferencias y disímiles posiciones;
que escucha, valora y respeta todos enfrentados conceptos
y entiende que la discrepancia en el raciocinio es normal.

Me gusta la gente sincera, explícita e insobornable,
que te lisonjea o te increpa, esgrimiendo palabras claras,
sin enmarañados rodeos, ni disertaciones simplonas
que apunta directo a las cosas, predica de frente y sin taras,
que te ataca dando la cara, sin ambigüedades temblonas,
y en cada momento es real, siendo implacable o siendo amable.

Me gusta la gente impoluta, vertical en sus quehaceres,
de transparentes actuaciones y diáfanos procedimientos,
que procede de igual manera estando con otros o solo,
y conserva sus directrices cuando soplan nefastos vientos,
que puede dormir sosegado sin remordimientos o dolo,
que sabe exigir sus derechos y responder a sus deberes.

Me gusta la persona honrada, lejana de todo lo ajeno,
que lucha y recaba sustento como fruto de su labor,
enemiga feroz del robo, del engaño y la componenda,
que tiene sus manos intactas, sólo untadas de su sudor;
que jamás entiende motivos para laxa dejar su rienda
y conoce la diferencia entre lo que es malo y es bueno.

Me gusta la persona abierta, indiferente a los prejuicios,
que extiende su mano primero y mira directo a los ojos,
desprevenida en su saludo, a la atenta escucha dispuesta;
propensa a conocer las tesis, sin anticipados enojos,
que no se sujeta a decires ni carga respuesta antepuesta,
que da apertura a la razón antes de pronunciar sus juicios.

Me gusta el hombre agradecido, espontáneo en su emoción,
que valora lo recibido y conoce la gratitud,
que no dimensiona los gestos por su inmensidad o cuantía
y desde el alma reconoce en su bienhechor la virtud;
que recibiendo poco o mucho corresponde con gallardía
y sabe decir muchas gracias, realmente de corazón.

Me gusta el hombre servicial, que provee sin pretensiones,
siempre presto a colaborar cuando encuentra un necesitado,
que acude con limpia intención y espíritu caritativo,
que secunda por convicción y colabora con agrado;
no el hipócrita lameculos  que va en pos de un lucro furtivo,
aquél de la asquerosa casta de los mal nacidos lambones.

Me gusta la persona justa, equilibrada al decidir,
enemiga de lo arbitrario, insobornable al evaluar;
que no otorga por amiguismo, ni deniega por diferencia,
que sólo mira desempeños cuando se dispone a juzgar;
que prefiere un rato difícil a manosear su conciencia
y recurre el trato imparcial cuando es hora para elegir.

Me gusta el hombre independiente, tan sólo aferrado a la vida,
quien defiende como un tesoro su insobornable libertad,  
que no conoce de cadenas y transita siempre tranquilo,
sin presiones ni compromisos más allá de su voluntad;
desdeñoso del que dirán, aplicado a su propio estilo,
capaz de carear de frente una decisión atrevida.

Me gusta la persona libre, que desea siempre volar,
amante del pájaro errante, de la brisa que viene y va,
que navega siempre la vida al mando de su propio barco
y como capitán decide cuando encallar allí o allá;
rebelde para acomodarse cual fotografía en un marco,
inquieta como fuego arisco, imposible de sujetar.

Me gusta quien es luchador, vehemente en la adversidad,
que a pesar de caer mil veces, porfiado se vuelve a parar,
y todavía golpeado, prosigue constante en su esfuerzo,
que persiste en pos de sus sueños, con ávida sed de triunfar,
que no ve imposibles al frente y refrenda siempre su verso,
positivo, fuerte y pujante, convencido de su verdad.

Me gusta el hombre que comparte y lleva su mano extendida,
dispuesto a donar de lo suyo para aquel que lo necesita,
desprovisto de la avaricia y del afán de atesorar;
que puede socorrer al pobre o asistirlo en una visita,
sin la pretensión de obtener del periódico un titular,
ni promulgar a todo oído su “filantrópica medida”.
 
Me gusta la gente que es buena, esa que es… ¡simplemente buena!




Poema poli rítmico en sextetos octodecasílabos compuestos, con hemistiquios 9 – 9. 
Rima consonante ABCBCA

1 comentario: