Muchos
años de gozar la cumbre,
más de
un lustro con el sol al frente,
los
deleites, vueltos ya costumbre
y una
vida plácida y sonriente.
Todo
itinerario extenso y claro
la
felicidad a flor de piel,
al
oriente diáfano mi faro
y yo,
en mi navío, el timonel.
Apenas
minúsculos tropiezos,
algún
contratiempo superado
y
muchos fantásticos sucesos
poniendo
la suerte de mi lado….
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Y me
visitó de pronto un hado,
cercenando
todo lo que había
un
certero golpe en el costado,
que quebró
mi vida !quién diría!
A un
barranco, lóbrego por hondo,
resbalé
indefenso de repente;
y ese
faro que miraba orondo
ya no pude
percibir al frente.
Un
desfiladero pedregoso
por el
que me deslicé sin freno,
impensado
foso tormentoso
que de
mi existir raptó lo bueno.
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Me
lastimo y duelo a cada giro
y
desangro un poco cada día,
porque
me acorrala sin respiro
esta
encrucijada tan umbría.
Férreo,
persistente, me pregunto
¿Cómo
detener tan cruel caída,
cómo
resolver el agrio asunto,
como
rehacer mi antigua vida?
Cuándo
quedará saldado esto
y se
sanará tan cruenta herida?
cuándo
marcharé de nuevo enhiesto
y con
mi sonrisa florecida?
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Hoy proyecto
rápida, no lenta,
mi definitiva
redención,
la
tenaz constancia que me alienta
ha de
ser mi apoyo en toda acción.
Porque
mientras vivo permanezca
y la fe
mantenga como hermana,
firme
buscaré reaparezca
el
grandioso sol en mi mañana.
Poema en cuartetos decasílabos
simples. Acentuación exclusiva en sílaba impar.
Rima consonante alternada ABAB...
bellas y profundas letras nos regalas sublime y sensible poeta haciendo que nuestra alma se emocione con ellas, muchos besinos de esta amiga admiradora.
ResponderEliminarnada como el optimismo para hacer ameno el arduo caminar de la existencia....bellos versos, gemelo...salutaciones
ResponderEliminarMe ha encantado recorrer el camino de tus versos, Jorge. Un gusto visitarte, amigo.
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