( A una compañera de trabajo)
Yo
presiento que hay amor en tu tímida mirada, 
que
se agita tu cabeza y aceleran tus latidos,
si
te rozo cuando paso y te digo que no es nada, 
o
mis ojos imprudentes te contemplan decididos.
Y
presiento que hay amor en tu mano confundida,
que
de pronto se entrelaza inconsciente con las mías,
y
se queda allí pasiva con ternura reprimida,
o
se escapa presurosa eludiendo fantasías.
Yo
presiento que hay amor en aquel fugaz suspiro
que
imprudente se te escapa entre frases pronunciadas,
cuando
estamos frente a frente y en tu agónico respiro 
reconozco
ocultas ansias y pasiones anudadas. 
Y
presiento que hay amor en tus quejas sin sentido,
que
parecen más deseos de atención de adolescente,
actuaciones
que planeas simulando algún descuido,
por
robarte mi atención sin hacérmelo evidente.
Yo
presiento que hay amor en el beso que me das,
aunque
luego tus palabras mal expliquen tal trastada,
porque aparte de tu excusa, me entregó cariño y más
porque aparte de tu excusa, me entregó cariño y más
sobre
todo la dulzura de tu boca enamorada.
Y
presiento que hay amor si al teléfono me llamas,
con
preguntas baladíes y carentes de importancia,
a
charlarme o a increparme y salirte por las ramas,
por
sentirme muy cercano a pesar de la distancia.
Yo
presiento que hay amor si con aire suspicaz
me
señalas charlatán y en silencio luego lloras,
o
de pronto, sin motivo, con escrúpulo mordaz
agitada
me interrogas por lo que hago con mis horas…
Y
aunque cuanto yo presiento me mantiene alborozado,
 la mujer que me lo inspira es también mi amor
real,
es
mi hermética ilusión por quien vivo embelesado,
es
la dama de mis sueños que ambiciono sienta igual.
Poema 
en cuartetos hexadecasílabos con hemistiquios 8- 8. Acentos solo en
sílaba impar.
Rima alternada consonante ABAB… 
 
 
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