Cuando vuelvo atrás la
vista
para inspeccionar mi
vida,
estupefacto y confuso
a mi interior le
pregunto:
¿Cuándo mi mundo viró,
cuándo tanto sucedió?
Y la crecida
experiencia
-que con trajín adquiriera-
me indica sin
miramiento
que ya pasó mi momento
y a la vuelta de la
esquina
se vislumbra mi partida.
Cuando examino mi hoy
no entiendo que aconteció,
los años prontos
pasaron,
muchos tal vez
malgastados
imaginando castillos,
-como un inocente niño-
y sueños color azul
que nunca alcanzaron
luz.
Recuerdos, cargo a
montón,
-en película sin
guión-
de muchas luchas
estériles
que no lograron
laureles,
amores varios
truncados,
caminos miles errados,
muy repetidos intentos
con diminutos
aciertos;
y demasiados ensayos
con pírricos
resultados.
Inmensas luchas
calladas
casi siempre
malogradas,
carencias de muchos
días
a todos desconocidas;
y contundentes fracasos
a ajenos ojos vedados,
porque nunca dije nada
-así por dentro
llorara-
y solo mostré sonrisas,
graciosas pero postizas.
A la hora de hacer
balance,
antes de que sea tarde,
miro con genuino enojo
columnas en franco
rojo,
-mejor diría desiertas-
por ser de aquellas
vivencias
que nunca se
consumieron
y quedaron como sueños
que apenas fueron
anhelos,
truncados por los
tropiezos
que surgen en el
sendero
y abaten nuestros
empeños.
Me quedan otras en
negro
que dejan gratos
recuerdos,
acciones que
enriquecieron
y grandes gozos
trajeron,
que pese a ser del
pasado
se cargan con franco
agrado
y se recuerdan a
diario
como boyante
inventario.
Vale la pena no dudo
este cruzar por el
mundo,
así viviera tristezas,
sintiera en la piel
tragedias,
me revolviera en el
llanto
cuando me vi devastado,
tuviera acerbas
jornadas,
quedara un día sin
nada,
viviera amargos tormentos,
disimiles desconsuelos
y quiebres del corazón
en tiempos de desazón.
Pero los bellos
instantes
intensos e
inolvidables,
tornaron mi correría
en aventura magnífica,
pletórica de lecciones
e innúmeras
reflexiones,
de muy gloriosas
sorpresas
que, superando las
penas,
alientan hoy mi
existir
e igual me harán resistir
hasta el postrimero
instante
en que mi historia se
apague.
Poema poli rítmico asimétrico en
octosílabos.
Rima gemela con predominio asonante (aa,bb,cc…)
Hola Jorge!!
ResponderEliminarBuen balance has hecho de la vida que conlleva dolor y alegría, muy bueno en su contenido y métrica.
Te saludo y abrazo en la distancia!!
Maestro, la vida nos da, nos quita y nos presta. Nuestro presente es el resultado de la suma de nuestros muchos pasados. Y conociéndolo como lo conozco, juro, el balance es más que positivo. Maestro, recuerde poner a dieta sus cuerpo, jamás su corazón.
ResponderEliminarJuanguui.