Si se presentase ahora
el final
de mi existencia, 
contaría mi
vivencia 
como
nunca lo hice otrora.
Expondría
en esa hora 
con
convicción absoluta
y de manera
impoluta,
los
principios adquiridos 
y
descalabros vividos 
a lo
largo de mi ruta. 
Con
palabra diligente
hablaría
de esa historia
que
conservo en la memoria
de mi
ayer y mi presente.
Volverían
a mi mente 
múltiples
evocaciones
de las
luchas y pasiones
que incidieron
en mis pasos,
de los
triunfos y fracasos
que alcancé
con mis acciones.
Y si diversas
historias
quedasen
en el olvido
será por no
haberme sido
en el
camino notorias.
-Acciones
no perentorias
que no
incitaron afán
de los
recuerdos se van,
por no traer
emociones
o eternas
recordaciones
de hieles
o de champán-.
II
Me labré
de joven metas
que
imaginaba a mi alcance
porque me
darían chance
de
alcanzar cosas concretas.
Y mis
pupilas inquietas 
perseguían
un camino,
-como un
hambriento felino-
mientras
mis manos ansiosas
daban
batallas copiosas
 para labrar mi destino. 
Persiguiendo
la victoria
corrí
senderos errados
en donde
fueron burlados
sueños,
alientos y euforia.
Conocí de
tanta escoria
que
camina nuestro suelo
destruyendo
todo anhelo
al
humilde y al honrado
¡porque
al  “indomesticado” 
se le
veda todo vuelo!
Dando
muchas volteretas,
rodando
de tumbo en tumbo,
encontré
por fin un rumbo
y fui en
pos de mis metas.
Escasas
logré completas
con pocos
dedos contadas,
más, si
hablase de truncadas
afirmaría
que muchas,
esas que
pese a mis luchas
nunca vi
realizadas.
Fui  mordaz en
el lenguaje,
tozudo,
malhumorado 
y
opositor declarado 
a todo
sucio montaje.
Repudié
el vil ultraje
que es
comidilla del diario
y el
tratamiento arbitrario
que el
poderoso dispensa
a la
persona indefensa
que vive
de un ruin salario.
Esquivé
los lisonjeros 
sin
carácter ni postura;
a los
reyes de la usura 
y a los
de pasos rastreros.
También a
los embusteros
de
variado camuflaje
que
utilizan el lenguaje
para
burlar a ignorantes;
y que
apenas son mercantes 
del
engaño y del pillaje. 
Con mucho
de ingenuidad
tracé en
mi vida un norte 
que me
diera pasaporte
hacia la
felicidad.
Lo
busqué, pero en verdad
fue mi
brío siempre vano 
y vi
vacía mi mano
pese a
las arduas jornadas
que tal
vez por despistadas
me lo
hicieron más lejano.
Revisando
en perspectiva
diría que
mis temores
me
condujeron a errores
y, a mi vida, a la deriva.
-Existe la
disyuntiva
en la
vida a cada paso,
donde el
triunfo y el fracaso
se juegan
en una carta,
que
favorece o que aparta
las
mieles de nuestro vaso-.
Me vi
perdido mil veces
estuve
cerca al infierno
supe del
gélido invierno 
y conocí
de estrecheces.
Pero en
épocas, con creces,
experimenté
momentos  
colmados
de sentimientos;
inusitadas
venturas 
y espléndidas
aventuras
de
desenlaces incruentos. 
Diría
para acabar 
que así
viviera altibajos, 
siempre
eludí los atajos 
que hoy
se usan para ganar.
Y si
busqué bienestar
fue
respetando preceptos,
aunque
ahora esos conceptos
hayan
quedado en desuso
porque en
este mundo obtuso
tiene el
fraude más adeptos.
Poema poli rítmico
en Décimas octosílabas.
Rima consonante ABBA.ACCDDC…    
 
 
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