El sol enfila
al ocaso
en esta
agónica tarde;
de a poco el
viento se aquieta
y callan
bestias y aves.
Las sombras
ganan terreno
y arriman a
los zaguanes
del viejo rancho,
erigido
entre la loma
y el valle.
En frente, en
la lejanía,
dejando atrás
los guaduales,
se ven las
llamas de leños,
de los remotos
hogares,
y arriba, un
cielo fastuoso
con sus
estrellas fugaces.
Sentado y meditabundo
un viejo mira
el paisaje,
en tanto
espera paciente
que la negrura
se arraigue.
Exhibe paz
evidente
su deslucido semblante;
y espera
calmo, apacible,
pues sabe azul
el balance
que le conduzca
al edén,
cuando su Dios
lo reclame.
Entiende que
en su camino
que ya se
agota, no cabe,
vivir los muchos
eventos
de tiempos inolvidables;
y que los tantos recuerdos
guardados
entre la sangre;
con él se irán al olvido
cuando su
pulso se apague…
Poema en octosílabos,
estilo romance. Acentos en 2ª y/o 4ª y 7ª.
Rima asonante a - a
- a -….
No hay comentarios:
Publicar un comentario