La criatura yace muerta
contra las ruedas del auto;
y un dolor que desconcierta
conmueve hasta el más incauto.
El silencio se hace espeso 
en medio de la llovizna,
y de amargura se tizna
la tarde por el suceso.
.
La madre de ojos llorosos
se inclina sobre el pequeño
y sus brazos amorosos
lo abrigan con dulce empeño.
La sangre empapa sus manos
y, mientras rezos murmura,
con evidente ternura 
le mima en esfuerzos vanos. 
.
El ebrio que conducía
ni rasguños ha sufrido,
y camina por la vía
con rumbo desconocido.
El ruido de una sirena
rompe el silencio reinante
y la madre en el semblante 
desnuda su negra pena.
.
Jorge Toro Salazar
Poema
poli rítmico en octosílabos.  
Rima
consonante ABABCDDC EFEFGHHG…            
 
 
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