lunes, 3 de octubre de 2022

EDEN

 

"Ya no vives en mí", dijiste un día;

y ese adiós, tan helado como el hielo,

derrumbó por completo el limpio cielo

que, soñaba, contigo alcanzaría.

No podía forzarte, ni podría

impedir que te fueras de mi mundo,

aunque fuera el dolor mortal, profundo,

aunque entera mi vida se cayera,

y quedara afligido, sin siquiera

la trivial ilusión del moribundo...

 

Mas, al fin acabó mi pena insana,

y en mi cielo brilló el sol naciente,

retomé la alegría y de repente

aspiré a otro amor en mi mañana.

Tal y como augurara la gitana,

que al leerme la mano lo predijo,

me llegó la mujer cuyo cobijo

hoy me llena la vida de ventura,

al lograr con su plácida apostura

conducirme al edén del regocijo.

.

Jorge Toro Salazar

 

Soneto en décimas endecasílabas. Acentos fijos en 3ª, 6ª y 10ª.

Rima consonante ABBA.ABBCCB…

 

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