Ayer estuve recordándote,
fue hermoso, fue erótico y fue
triste;
evoqué aquellas noches mágicas:
tu cuerpo desnudo bajo el
simple camisón, 
esperándome en silencio,
tan firme y tan joven, tan
dulce y tan mío…
Fueron dos meses viviendo un
paraíso,
dos espléndidos meses de sexo
clandestino,
en tu humilde cuarto,
amparados en las sombras de la
noche
y en las horas del descanso de
los otros.
Exhalaba testosterona, 
y tú, cual servidora fiel, entera
te me dabas,
embriagada entre mis brazos.
No hablábamos de amor ni de
promesas ni de nada,
tan solo nos gozábamos a pleno
en un rito cotidiano sin ayunos...
Después mis padres sospecharon 
y fuiste despedida de inmediato;
ya nunca más nos vimos,
ya nunca más hubo otra igual,
tan solo quedaron esas vivencias
que a veces vienen y hacen que
te recuerde…
Jorge Toro Salazar
Poema en verso libre. 
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario