Fue demencia y tortura y
esperanza,
una mezcla explosiva en mi
cabeza,
me perdí embrujado en su belleza
y a sus pies me postré, sin
más tardanza.
Era bella, elegante y su templanza
resaltaba su estilo sin
demora;
en sus ojos las luces de
la aurora
se posaban serenas; y sus
labios,
tersos bajo el aloque
pintalabios,
mi atención atraían, ¡qué
señora!
.
El amor me explotó dentro del pecho
y corrí ilusionado, como loco,
tras sus pasos, segado,
sin sofoco,
aun sabiéndome falto del
derecho.
Era dama casada y otro
lecho
cobijaba sus noches; yo
entre tanto
torturaba mi mente, casi
en llanto,
recordando su rostro, su
sonrisa,
su cabello revuelto por la
brisa
y su apático beso,
¡cruento encanto!
.
Seducir le gustaba y fui
juguete
mientras tuve mi mente
adormecida,
derroché mi atención,
dinero y vida,
mas ahora... no vale que
algo objete.
No se nombra el error que
se comete,
pero el tiempo convida a
ser sinceros
y si estamos soltando los
aperos
por quedar liberados para
el viaje
digo franco, sin odio y
sin ultraje:
¡fueron años inútiles, por
hueros!
.
Jorge Enrique Toro Salazar
Poema en décimas endecasílabas.
.Acentos fijos en 3ª , 6ª y 10ª .
Rima consonante ABBA ACCDDC….
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