martes, 11 de julio de 2023

LA LLORONA

 

Nos ilustran las voces de ficción y leyenda,

de momentos oscuros de una amarga contienda,

que en los tiempos de guerra sucedieron nomás.

Una hermosa muchacha despedía a su amado,

quien cargando su rifle como guapo soldado,

se enlistaba y de pronto no volvía jamás.

.

Se quedó solitaria en su rol de modista,

trabajando incansable y esperando una pista

o razón de su hombre, que no pudo alcanzar.

Cierto día nefasto, entre voces diversas,

escuchó compungida las noticias perversas

de la muerte del suyo y se puso a llorar.

.

Más de un año de luto le guardó recatada,

pero un día en la tropa que llegó de pasada

se encontraba un soldado que pasó a su taller.

Él quería un remiendo en sus viejos calzones,

pero viéndola inerme ideó las razones

para verla y a solas revertirla a mujer.

.

Del encuentro que tuvo, del desliz pasajero,

le quedó un embarazo, un mirar lastimero,

una fama perdida y maltrecho el honor.

El soldado se fue con su tropa de prisa,

mientras ella sentía en su vientre, remisa,

un embrión que le era su motivo de horror.

.

Cuando el niño nació, arribó estropeado

al inhóspito pueblo el esposo olvidado,

que llegó preguntándola con famélica voz.

Asustada, corriendo, ella huyó con su crío

y cruzando la selva terminó frente al río,

caudaloso y crecido que corría veloz.

.

Quienes cuentan la historia dos versiones entregan,

unos hablan de muerte mientras otros la niegan…

que ahogó a su pequeño fue lo más popular.

Al final, como fruto de los hechos expuestos

en el pueblo surgieron un montón de supuestos

y empezó la leyenda, para muchos sin par.

.

Se esfumó para siempre, aunque ahora aparece

dolorida y llorando cuando el río se crece,

y en sus manos acuna su ahogado bebé.

Nadie intenta seguirla y a su paso se frenan,

porque advierte su llanto que dolores le apenan;

y le corren y tiemblan sin saber ni el porqué.

.

Desconocen si llora maldiciendo su suerte

o esperando ese día que la cargue la muerte,

al lugar designado cuando llega el final.

La llorona le dicen y las gentes se espantan 

y aunque muchos maldicen y otros más se quebrantan,

se semeja esta historia a un invento irreal. 

.

Jorge Toro Salazar.

 

Sonatina (versos tetra decasílabos con hemistiquios 7 – 7). Acentos fijos en 3ª y 6ª de cada hemistiquio.

Rima consonante: AABCCB… tercero y sexto versos siempre agudos.               

No hay comentarios:

Publicar un comentario