Cuando
hacemos la mochila
para
transitar la vida
quedan
inmensos bolsillos
sin
estrenar por vacíos.
Con
muy parcas pertenencias
afrontamos
su vivencia
y
tomamos por la senda
que
al frente se nos presenta.
Confiamos
con esperanza
en
un grandioso mañana
y
llenamos el cerebro
de
muy fantásticos sueños.
Con
los mismos atestamos
los
bolsillos no ocupados,
y
tras de tales marchamos
vigorosos
y porfiados….
Con
los años comprendemos
que
no se vive de sueños,
que
tiempo, medios y espacios
alteran
todo escenario.
Que
de esos sueños sublimes
solo
pocos son factibles
y
que al paso de los días
son
los más, pura utopía…
No
obstante perduran unos
defendidos
con furor
que
se alimentan adentro
con
irreflexivo celo.
Son
esos sueños tenaces
que
buscamos incansables
y
respaldan nuestra brega
así
parezcan quimera….
Y
una vocecita interna
me
dice que extraña fuerza
respaldará
la epopeya
de
un día… ¡vivir con ella!
Poema en cuartetos octosílabos, poli rítmico. Rima gemela asonante aabb…
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