Se empaña sin remedio la mirada
y queda amordazada la palabra.
Su ritmo precipitan los latidos
se ahogan maquinales los respiros.
Se sienten ambos pies como de plomo
y caen derrotados nuestros hombros.
Se asume que el mañana nada vale
y el frío se apodera de la carne.
Se torna el desconsuelo sempiterno
y el eco de su adiós retumba adentro.
Poema en endecasílabos con acentuación yámbica (2,4,6..).
Rima gemela asonante aa bb cc…
Descubro tu blog y tengo que decirte que me ha gustado lo que he leído, con tu permiso me quedo entre tus letras.
ResponderEliminarY así nos sentimos cuando casi nos damos por vencidos. Un gusto leerte, amigo.
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