domingo, 21 de agosto de 2011

NO VOLVERÁN JAMÁS


No volverá la niñez

con toda su sencillez,

ni aquella estrecha visión

de que vivir solo es:

Dios, padres y sumisión;

y nada cambia después.

.

No volverán los colegios

de prados amplios y regios,

donde de eméritas manos

de profesores egregios,

dejamos de ser “enanos”

por mágicos sortilegios.

.

No volverán los castigos

ni las tardes con amigos,

las pilatunas de orates

y las lluvias sin abrigos,

los cotidianos combates

y los "comprados" testigos.

.

No volverá la academia

que te fustiga y te apremia,

donde aprendimos por fin

a pronunciar la blasfemia;

y supimos del confín

del sexo y de la bohemia.

.

No volverá juventud

y su obstinada inquietud;

ese investigarlo todo

y cuestionar la virtud,

el protestar, codo a codo,

inmerso en la multitud.

.

Ni la total rebeldía

soñando con ese día

de abandonar el hogar;

preñados de fantasía,

pensando solo en lograr

la meta que se tenía.

.

Querer tragarnos el mundo

en el siguiente segundo,

averiguar las verdades

de algún arcano profundo,

y recorrer las ciudades

con aires de vagabundo…

.

No volverá tanto apuro

por el mañana o futuro;

ni las grandiosas protestas

ni los graffiti en un muro

o las marxistas propuestas

conspiradas al oscuro.

.

No volverán las coletas

ni las antorchas inquietas

empuñadas con bravura;

ni las ruidosas trompetas

pronosticando ventura

cual avezados profetas.

.

No volverá la energía,

ni la tenaz valentía,

con que trepamos montañas

en más de una travesía,

comiéndonos alimañas

para mitigar la hambría.

.

No volverán los paseos

con sus tantos ajetreos,

en donde a orillas del mar

con arrojo y sin rodeos,

bajo el reflejo lunar,

saciamos machos deseos,

.

No volverá la parranda

ni el licor que se desmanda…

ni los excesos sexuales

en una litera blanda…

ni el conocer los umbrales

donde el placer mora y manda.

.

No volverá la victoria

y su colosal euforia;

ni subiremos en hombros

en festejos, por la gloria

ni entre sorpresas y asombros

escribiremos historia…

.

Nos sorprendió la adultez

y después la madurez,

la mirada nos cambió

mostramos ya flacidez;

y el organismo advirtió

que se viene la vejez…

.

No volverá nunca nada

ni la fulgurante espada

ni el desafío atrevido

ni la aventura lograda

en un rincón prohibido

con una amante casada.

.

De nada vale quizás,

traer recuerdos de más,

y así tengamos memorias

de cuanto fuimos atrás…

solo guardamos historias

que no volverán jamás…

.

Jorge Toro Salazar


Poema en sextetos octosílabos, poli rítmico.
 Rima consonante AABABA… 

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