El
tiempo va marchando sin tregua en el cristal,
del
reloj su puntero por nada se detiene,
despóticos
avanzan con rapidez los años
en
tanto elaboramos un álbum personal,
un
íntimo legajo, que explícito contiene,
completa
nuestra vida, ajena a los engaños.
del
tiempo ya vivido, tenemos repujados,
los
triunfos, desatinos, dilemas, tentativas,...
memorias
imborrables, de todos los matices
instantes
por montones de tiempos ya pasados,
y
miles experiencias, palmarias o furtivas,
que
habitan nuestra mente, cual recias cicatrices.
El
tiempo continúa y quedan nuestros actos,
grabados
tal y como en su hora sucedieron,
no
existe forma alguna capaz de retocarlos;
se
mantendrán iguales, perennemente intactos;
y
hasta el final serán lo que en su día fueron,
porque
tampoco existe manera de borrarlos.
Mañana
seguirán los ires y venires,
y
redobladas listas de tinos y de errores,
habrá
gratos aciertos, habrá fracasos cruentos
pero
sin duda alguna, en tanto tú respires,
la
vida traerá sus gozos y dolores,
vendrán
a ti las dichas e igual vendrán tormentos.
Marchando
sigue el tiempo y todos su camino,
a
paso raudo o lento, se va cada momento,
y
avanza día a día la historia individual,
sujeta
a un vil azar, fortuito y repentino,
que
no nos brinda pausa y hasta el postrer aliento
nos
da el instante dulce, e igual el más brutal.
Poema
en sextetos tetra decasílabos compuestos, con hemistiquios 7 – 7.
Acentuación en sílaba par.
Rima consonante ABCABC
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