miércoles, 19 de octubre de 2011

EL DÍA QUE ME MUERA

Lúcido quisiera estar en el día que me muera,
disfrutando de la vida y no en dolorosa espera;
ambiciono estar entonces satisfecho y sosegado,
con mis conflictos resueltos y todo error perdonado.

Aspiro  morir feliz, sonriente en mi último aliento,
con la cabeza serena y el espíritu contento;
si pudiese sugerir, digo que morirme anhelo,
recostado en una hamaca, mirando directo al cielo.

Quisiera acoger la muerte en una clara mañana,
bajo la sombra de un árbol y al fondo una mar lejana,
que haya brisa refrescante y azul intenso en el cielo,
un jardín con muchas flores y un traslúcido riachuelo.

Para tal momento ansío no recordar los agravios
con que me han atropellado tantos engreídos “sabios”,
espero haber superado los odios que ahora siento
y albergarlos transformados en hidalgo sentimiento.

En el día de mi muerte no quiero llanto ni flores,
tampoco que alguien se empeñe en pregonar mis valores,
no quiero que asista gente a mirarme en un cajón,
a denigrar en susurros y actuar con falsa emoción.

Una vez legalizada, que donen todo tejido
y retiren cuanto sirva para sano cometido:
tendones, huesos, cartílagos, órganos, vísceras, músculos;
todos segmentos que sirvan sean grandes o minúsculos.

Y, devuelto lo inservible, dispongan su cremación,
sin ruidos ni ceremonias, me inclino por esa opción;
ya eso saben mis parientes, hace tiempo así dispuse,
que reduzcan a cenizas aquello que no se use.

Aspiro que mis cenizas se esparzan sobre el follaje
recóndito y primigenio de algún boscoso paraje,
donde existan animales, florestas y manantiales;
será un final apropiado, no unos sosos funerales.

Que el cuerpo vuelva a la tierra y recupere su esencia,
que una vez deshabitado regrese a su procedencia,
se amalgame con su ancestro y en renovada estructura,
conforme un nuevo organismo, encarne en otra criatura.

Así la noble materia que me acompañó en la vida,
activa estará en el cosmos y no enclaustrada y perdida;
no se aislará por centurias, anodina en una fosa,
sino que será ente vivo tras mutación prodigiosa.

Entre tanto mi conciencia, marchará en secreto viaje,
hacia donde nadie sabe, - no indica rumbo el pasaje -,
hacia la nueva morada que me tenga Dios dispuesta,
y allá llegaré confiando en su bondad y en mi gesta…



Poema  poli rítmico en cuartetos hexadecasílabos, con hemistiquios 8 - 8.
Rima gemela consonante. AABB…

3 comentarios:

  1. Bellos Hexadecasílabos plasmando un deseo válido, nunca volví a ser un poema con esta estructura... son versos musicales y bueno... tú eres el que sabes de esos menesteres,me refiero a la métrica.

    Te abrazo.

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  2. Jajaja , primero escribo y despues rectifico... pero aquí no puedo... quise decir , "hacer un poema con esa estructura".

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  3. Uyyyyyy, no tengo remedio , se me olvidó tildar la palabra después, no te enojes, jajaja.

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