La Razón y Corazón caminaban de la mano
pero una fecha cualquiera un roce les apartó;
el Corazón flaqueó a primorosos halagos
y saltándose a Razón se lanzó hacia un nuevo amor.
Razón por naturaleza prudente y observadora
desde el comienzo
entendió que aquello llevaba a nada,
en tanto que Corazón, con devoción candorosa
en románticos poemas su alborozo declaraba.
Razón habló a Corazón sobre aquel idilio vano
y presentando argumentos cuestionó la relación,
pero el terco enamorado desatendió los reparos
y desoyendo razones su aventura continuó.
Corazón se desbocó y Razón calló su voz
consciente del cruel fracaso que rápido llegaría,
más mantuvo su mutismo y evitó la intervención
a sabiendas que en un plazo el asunto a mal iría.
Cierto día Corazón percibió con gran dolor
que su magnífico sueño era inhóspita prisión;
entonces llegó aturdido a consultar a Razón
quien le habló de un mal futuro si seguía en su
obsesión.
El perplejo Corazón le replicó mansamente:
toma tú las decisiones, ahora actúa por ambos,
lo que veo no lo aguanto, no quiero ser su pelele.
Razón asumió su cargo y todo cortó de un tajo.
Hoy sabe que Corazón quieto estará por un tiempo
pero también que a futuro encontrará otra ilusión;
confía que la experiencia le sirva como un espejo
y que en su próximo lance busque diferente opción.
Seguro, tarde o temprano aquél volverá a soñar
pero el traspié le enseñó hacia donde no mirar.
Poema poli rítmico
en hexadecasílabos, con hemistiquios 8 - 8.
Rima asonante alternada
(abab…)
(Se exceptúa el párrafo
final)
Jajajajaja, me gusta tu poema , muy cierto!! La risa salió espontanea , será porque me recuerda alguna historia conocida en dónde la razón triunfó y todo fue ganancia , no hubo perdidas ... o al menos eso creo!!
ResponderEliminarUn abrazo , amigo.