¿Te
han dictado alguna vez
los
secretos pensamientos
-aunque
sea por momentos-
que
es tu lucha estupidez?
¿Te
indicó la sensatez
que
el mañana pinta bruno
y
no habrá milagro alguno
que
este globo reordene
porque
cuanto sobreviene
no
perturba a más de uno?
¿Has
sentido de repente,
-aunque
sea solo un poco-
un
incómodo sofoco
circulando
por tu mente?
¿Te
regresan al presente
las
pretéritas vivencias
convertidas
en carencias,
pues
tu actuar esperanzado
y
ese fuego en tu costado
solo
son reminiscencias?
¿Has
sentido cuando espías
al
espejo tu semblante
el
vislumbre terminante
de
tus flacas energías?
¿O
de pronto son tus días
rutinarios
y anodinos
y
no encuentras ya caminos
hacia
donde guiar tus pasos,
porque
a más de serte escasos
son
cercados por espinos?
¿Has
sentido que tu vida
se
te escapa sin remedio
y
no encuentras ese medio
de
tornarla divertida?
¿Hoy
posees una herida
supurándote
en la entraña
que
hace tiempos te acompaña
te
lacera, te entristece;
y
sin pausa alguna crece
como
endémica alimaña?
¿Has
vivido un tris de ello,
sientes
faltos los alientos,
son
banales tus intentos
y
es la pérdida tu sello?
¿Fútil
juzgas tu resuello,
ya
no sueñas horizontes
ni
caminas verdes montes
en
las horas matinales,
a
la sombra de guaduales,
escuchando
saltamontes?
¿Ya
no sueñas como antes
con
las metas concebidas,
con
amores a escondidas
y
sus citas apremiantes?
¿Olvidaste
los semblantes
de
los hombres de otros días
y
tus manos hoy vacías
buscan
vanas otra mano
que
les dé calor humano
y
las torne menos frías?
He
sentido iguales cosas,
he
vivido tales trances
y
los álgidos percances
me
han sumido en negras fosas.
En
las horas tormentosas
me
perdí en el pesimismo
y
al extremo del abismo
percibí
mi frágil vida,
casi
agónica, vencida,
predispuesta
al cataclismo.
Pero
supe en su momento
que
no existen directrices,
que
hay disímiles matices
y
es la vida eterno intento.
Que
aunque sientas con tormento
muy
pesada tu talega
e
infecunda toda brega,
es
la vida ruta osada
con
solaz y con tronada
que
sorpresas siempre entrega.
No
hay alquimia refrendada,
solo
apenas mil senderos
donde
marchan los viajeros
encontrando
todo o nada.
Es
a muchos la jornada
ardua
lucha, gran fatiga
y
un agobio que fustiga;
aunque
a veces la bonanza
nos
concede alguna holganza.
y
escaseces nos mitiga.
Que
por más que te conduelas
o
te quejes de tus cosas
días
siempre habrá de rosas
y
de espléndidas estelas.
No
es la vida pasarelas
ni
tampoco un hoyo prieto;
es
fugaz andar repleto
de
episodios impensados
donde
van emparentados
la
fortuna y el aprieto.
Que
vivimos la carrera
de
la vida, sin desmayos,
intentando
con ensayos
alcanzar
nuestra quimera.
Y
que al fin, como a cualquiera,
la
pujanza palidece,
el
andar desobedece,
los
arrestos se diluyen,
las
ideas ya no fluyen
y
de a poco se fenece.
Es
equívoco el camino
-y
abundante en aventuras-
donde
erramos siempre a oscuras
anhelando
un grato sino.
Al
final el vil destino
de
la muerte asegurada
nos
vendrá con su estocada;
y
de un tajo nuestra historia
cesará su trayectoria
y
seremos solo nada.
Poema
en Décimas octosílabas. Acentuación exclusiva en sílaba impar
Rima
consonante ABBA.ACCDDC…
Uffff, casi me canso en el recorrido pero llegué victoriosa , jaja, que decir , he sentido algunas de estas cosas que plasmas en tus extensas décimas ... y me convenzo que a la vida hay que enfrentarla con pujanza para evadir lo más que puedas sus escollos o caminos agrestes y escarpados y llegar victorioso a la meta... Siempre un placer leerle ,señor !
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