Siempre recuerdo sus bellos ojos
eran castaños y miel y verdes
más unos que otros, según su alma
- triste o alegre - le palpitara.
Te perseguía por las esquinas
como al descuido, pero pendiente
de tus pisadas, de tus afanes,
con la esperanza de una mirada
que estimulara sus ilusiones...
Siempre recuerdo sus bellos ojos
eran castaños y miel y verdes…
Pero fue en vano su sentimiento
nunca lograste siquiera verla,
menos supiste lo que soñaba;
era a tus ojos cualquier persona,
era una sombra que ni notabas…
Siempre recuerdo sus bellos ojos
eran castaños y miel y verdes…
Pasaron años, y silenciosa
lloró sus penas, perdió sus sueños;
y deplorando tu gran miopía
tomó camino hacia otra vida….
y ni notaste lo que te amaba.
Siempre recuerdo sus bellos ojos
eran castaños y miel y verdes…
y aunque la amé con devoción,
sus dos luceros… nunca me vieron.
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