Fue
una noche lluviosa, nunca olvido,
tiritaba
tu piel bajo el vestido;
entre
mis brazos mitigué tu frío
y
nombré mil pecados en tu oído.
En
tu boca encontré la miel buscada,
la
más dulce y erótica creada;
y
como loco retiré tu falda;
ambos
presos de un ansia incontrolada.
Un
refugio volvimos aposento,
e
hicimos el amor, ardiente y lento;
mi
faraona fuiste, y yo ese siervo
que
sació tu deseo más hambriento.
Es
el sumo recuerdo que conservo, 
tú
quizás ni recuerdas el momento. 
Soneto
poli rítmico en endecasílabos.
Rima
AAaA, BBbB, CCcC, cC. 
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario