¡Extraño
se volvió mi día a día!
diría
que esta vida ya es historia,
sin
gloria por su andar en contravía, 
impía
en mi fragosa trayectoria.
Mortuoria
siento ahora la alegría; 
cabría
sospechar que la victoria
notoria
conseguida; y antes mía,
sombría
se escapó de mi memoria.
La
euforia y el placer de antiguos años, 
¡tamaños!,
nada son en mi presente,
“demente”,
como afirman los extraños. 
Huraños
son mis rictus con la gente,
pendiente
de mis modos ermitaños:
¡rebaños
de cultura intransigente!
Soneto
en versos endecasílabos. Condición: La primera palabra del verso rima en
consonante con la última del verso anterior.
Acentuación
en 2ª y/o 4ª y 6ª y/8ª y 10ª 
Rima
consonante alternada ABAB, ABAB, CDC, DCD. 
 
 
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