Tómatela sorbo a sorbo,
mas no la tomes abstemio,
que la vida, el corto viaje
en que estamos, siempre
atrae
variopintos desencantos,
y perennes cicatrices.
Igual que tú, pasajeros
de condiciones discordes
recorren el mismo viaje;
pero por más que compartas
afectos, pieles y catres,
sin duda será exclusiva
tu visual sobre el paisaje.
Peca, y mucho, cuando
puedas,
que no hay más a que
aspirar.
Baila, bebe, fuma y prueba
los excesos que te
atraigan;
y busca las emociones
que los preceptos apartan.
Que el licor, tu buen
amigo,
quien te envenena y te aísla
sea el cómplice nocturno
que de amnesia te provea.
Así podrás evadir
-si te acompaña la suerte-
tu desdicha cotidiana
y la brumosa tragedia
que normalmente es vivir.
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