Tuve sueños, quizás en demasía,
que a la postre se vieron
malogrados,
muchos de ellos, en plena
travesía,
sucumbieron por obra de los
hados;  
otros cuantos logré sacar
avante,
solo algunos de índole
importante.
Percibí lo emotivo del camino,
de la lucha, el afán y el gran
deseo,
del agónico y dulce cosquilleo
que se acrece con ritmo
paulatino. 
.
Fueron logros modestos, dicen
muchos,
pero son al final mis
galardones,
no podrían decir ni aquellos
duchos
de las bregas y esfuerzo en mis
acciones.
Para bien, alcancé sin muchos
ruidos, 
gratos frutos, con ansias perseguidos,  
que después, anexados a lo
diario,
devaluaron su lustre, su valía,  
y se fueron volviendo nadería,
casi ignotos al propio
imaginario. 
.
Por fortuna la edad nos
aterriza
y miramos atrás con mas mesura;
ya el afán por la fama no
esclaviza
ni nos mueve el azar o la
aventura.
Hoy valuamos serenos el pasado
y entendemos lo tanto ya
logrado,
porque al fin advertimos que
hemos sido,
aunque a muchos parezca
insuficiente,
puro nervio y sudor en cada
frente
de la vida, en su breve
recorrido.
.
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario