Recuerdo todavía tu mirada,
saltaba de deseos reprimidos
y lento penetraba en tus oídos
el verso de mi boca enamorada,
en tanto caminabas de mi mano
aquel verano
inolvidable…
Es improbable
volver a ver
igual placer;
te diste a mis antojos tal cual
eras,
ajena a los pudores y
fronteras.
.
Desnuda frente a mí,
estremecida,
tu cuerpo juvenil, fruta madura,
clamaba susurrando con locura
sus ansias de entregarse y ser
querida,
de ser por esa noche, en ese
instante,
mi dulce amante…
Fuiste el ensueño
del que fui dueño,
donde me diste
cuanto quisiste,
y donde fuimos cuerpos
vehementes
que consumamos ímpetus
pendientes.
.
La noche no sació los embelesos,
nos vio el amanecer,
arrebatados,
nos vio pecar de nuevo, como
atados,
mezclando nuestros sexos con
los besos,
sin tiempo de parar, sin más
urgencia
que esa experiencia,
de darnos todos
de miles modos;
sin que importara
lo que pasara,
gozando solamente del placer
de la copulación de hombre y
mujer.
Jorge Toro Salazar.
Poema tipo Gil Polo. Acentos fijos en silaba par en los endecasílabos.
Rima consonante ABBACcddeeFF... (En
minúscula los pentasílabos)
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