Cada tarde lluviosa, tu recuerdo
llega igual, como siempre, doloroso,
y retorna mi llanto, mientras muerdo
un dolor deletéreo y sañoso.
.
Esa lluvia insistente que no cesa
atiborra mis manos de vacíos,
de un terrible despecho que me apresa
y me inunda de pálpitos umbríos.
.
Aborrezco las tardes nebulosas
pues me traen recuerdos de tu vida,
las detesto por ser, a más de sosas,
la raíz de un dolor que no se olvida.
.
¡Una tarde mojada vi tu cara,
que de mí se alejaba, así te amara!
.
Jorge Toro Salazar.
Soneto en endecasílabos. Acentos fijos en 3ª, 6ª y 10ª.
Rima consonante ABAB CDCD EFEF GG.
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