La
vida en ocasiones te sorprende,
te
impone la zozobra, y clava cual espino
un
filo muy punzante que te hiende
profundo
entre las carnes y en el tino;
y
un negro pesimismo, mayúsculo y mezquino,
por
dentro se te extiende.
Es
hora que requiere presencia de un amigo.
La
mano que se tiende
el
hombro solidario, jovial y repentino
que
brinda su cariño mas genuino,
que
aleja tu temor y cálido te vende
la
idea de luchar en pro de tu camino
consciente
que de ti… total depende…
No hay comentarios:
Publicar un comentario