jueves, 15 de agosto de 2013

METÁFORA

La metáfora y yo raramente hablamos…
Me provoca y agrada si es una niña
que presenta a mis ojos su picardía;
y en su bella figura de impar encanto
me revela el secreto que cauta mima.

La metáfora y yo raramente hablamos…
Me sorprende su fuerza si es una moza
que me oculta coqueta lo que sazona,
mas convida al destape de lo guardado
con un guiño que aclara su oculta forma.

La metáfora y yo raramente hablamos…
Me distancio de aquella que es negra dama,
sibilina escritura de cara extraña,
que convierte en enigma cuanto ha citado
y tan solo se ofrenda a cabezas sabias.

La metáfora y yo raramente hablamos…
Me seducen las letras de acceso a todos
que disfrutan lo mismo el doctor y el tocho;
entregadas escuetas, no con arcanos
que restrinjan su esencia tan solo a pocos.

La metáfora y yo raramente hablamos…
No disfruto de letras enmarañadas
porque pierdo el placer en pesquisas vanas,
pretendiendo entender si el decir cifrado
es ejemplo de ingenio o monserga llana. 

Poema  en quintetos dodecasílabos simples con acentos fijos en 3ª, 6ª y 11ª sílabas.
Rima asonante abbab.


No hay comentarios:

Publicar un comentario