Ya
no acunas tu cabeza entre mi pecho
ni
la mía se reclina en tu regazo,
ya
tu cuerpo no se agita satisfecho
si
de súbito te asedio con mi abrazo.
Hace
tiempos que quedó atrás el sexo,
que
nos sangra por igual la misma herida,
que
vivimos asfixiados en la vida
y
ha cesado entre nosotros todo nexo.
Nos
cansamos con los años de este techo
que
forjamos sin fijar jamás un plazo,
arribaron
las disputas, el despecho,
y
surgieron sentimientos de rechazo.
Nuestro
dúo ya es asunto del pasado,
las
venturas que tuvimos son historia,
fueron
lejos la alegría, la euforia;
y
el amor que nos tuvimos ha expirado.
Pido
solo que evitemos las afrentas
ya
es inmenso tal listado en ambas cuentas.
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