El
hombre, a ritmo salvaje, 
pensando
solo en dinero, 
en
su ejercer altanero
dañaba
todo paisaje.
Petróleo,
flora, metales,
usaba
sin restricciones, 
así
sus brutas acciones
causaran múltiples males. 
Y
un día… tanta arrogancia
se
derrumbó sin remedio;
cualquier
humano promedio
vivió
dicha circunstancia.
Castillos,
como de arena,
las
bolsas se convirtieron;
y
los lamentos crecieron 
en
los magnates, ¡Qué pena!
Aquél
inhóspito ambiente
en
medio de las ciudades
-vacías
de vanidades-
se
mejoró velozmente.
Riquezas
y propiedades
aviones,
yates, boatos
de
los erguidos estratos  
perdieron
sus cualidades.
Y
un virus puso de hinojos
a todo un mundo completo, 
ahora
vuelto sujeto 
de
horrores frente a sus ojos…
La
tierra en tanto percibe
un
renacer paulatino
como
volviendo al camino
que
el desarrollo prohíbe.
Seguramente
saldremos
en
el futuro de esto, 
aunque
el sistema funesto
impida
nos trasformemos.
Ya
volverán los aprietos,
la
gran contaminación. 
la
máxima explotación
y
los falaces decretos.
Y
un día indeterminado, 
la
madre tierra extenuada,
nos
borrará como nada
cual
virus fatuo y malvado. 
Poema  poli rítmico en cuartetos hexadecasílabos,
con hemistiquios 8 - 8.
Rima gemela
consonante. AABB…
 
 
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